Al ritmo de los coliblancos y colinegros nació la Cooperativa Olivarera Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en Baena y equipada con todo lo necesario para llevar el Aceite de Oliva del campo a la despensa.
Tras la recogida del fruto, la aceituna es sometida a un proceso de limpieza y queda almacenada en 24 tolvas a la espera de ser molturada antes de las 24 horas.
En la cooperativa, contamos con cuatro líneas de molturación y dos martillos porcada una de ellas. Una vez machacada la aceituna, la masa llega a las batidoras para luego pasar al decanter y posteriormente a las centrifugas verticales, donde se realizan una segunda y primera extracción dependiendo del tipo de AOVE. Finalmente, el aceite llega a las bodegas para su posterior envasado antes de llegar a las cocinas de las abuelas andaluzas.